Una antología que busca mostrar un conjunto heterogéneo de poéticas, con una línea común entre sí: la indisoluble calidad de su escritura cosida a la voz y al cuerpo de quien las escribe. Quizá, radique ahí el misterio de por qué ciertos recitales nos epatan de una manera especial. Son recitales que no solo consiguen trasmitir eficazmente emociones, sino que también tienen ritmo escénico y consideración por el que oye. Cuando la palabra se hace presencia y por ende energía, necesariamente hay algo que sucede y su nivel de intensidad es lo que marca la diferencia entre la legitimidad y la impostura.
En ella encontrarás a estos 19 poetas: Sebastián Vitola, Peru Saizprez, Pedro Montealegre, Román P.C., Eddie (J. Bermúdez), Ricardo Moreno Mira, Fermín Alegre, Begonya
Pozo, Pepe Ramos, Josep Pedrals, Jesús Ge, María Salgado, Felipe
Zapico, Enrique Falcón, Antonio Orihuela, Gersón R. Franco, Ana Pérez
Cañamares, Alicia Es Martínez y Dionisio Cañas, además de una canción de El Niño de Elche a partir de un poema de Conrado Santamaría, que a mi entender ofrecen originalidad, literatura y saber hacer sobre las tablas. Gracias a ellos puedo afirmar que en el café hubo versos hechos cuerpo empotrándose contra su gran ventanal ovalado; y estro poético flotando a través de su acogedora bóveda mediterránea directo a las almas que allí nos congregamos.
También los poetas de todos los pelajes que quisieron compartir en el turno de jam sus voces, remozadas en versos propios o ajenos, con los otros, hicieron del café un parnaso nevado de blanca libertad.
Nada de esto hubiera sido posible sin César y su equipo del café Museu, que conscientes de la terrible gentrificación del barrio del Carmen, donde se encuentra su café, han querido con su apoyo ofrecer a los vecinos/as y amigos/as algo de poesía, al margen de circuitos turísticos y beneficios económicos. Por el gusto de hacer, de vivir, de dejarse transitar y de afianzar lo único que no nos han robado todavía: la palabra viva entre seres que desean compartirla.
Todo ese aire inflamado, esa diáspora de venas regresando el calor de su sangre al corazón del verbo, ahora se hace libro gracias como digo a El Búho de Minerva. Además ¡De qué forma! dando comienzo a su nueva colección de poesía ilustrada "Gafas de Ver". Esperamos poder ver lo lejos que llega.
Nada más. ¿Nos vemos en el café Museu?
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